martes, 1 de abril de 2014

Sierra del Estoupo. Circular desde el Alto de Aristébano

"Llámanse vaquieros porque viven comúnmente de la cría de ganado vacuno; y de alzada, porque su asiento no es fijo, sino que alzan su morada y residencia, y emigran anualmente con sus familias y ganados a las montañas altas". Carta Novena. Gaspar Melchor de Jovellanos.
 
Datos de la ruta
Salida y llegada: Alto de Aristébano (Concejos de Valdés y Tineo) 
Distancia: 20,1 km
Duración: 5:30 h (sin contar paradas)
Altura máxima: 991 m
Subidas acumuladas: 1020 m
Altura Inicial: 561 m
Dificultad: media
Track de la ruta






Introducción
La Mancomunidad de la comarca vaqueira comprende los concejos de Allande, Cudillero, Salas, Tineo y Valdés. Mucho se ha escrito sobre los vaqueiros de alzada, de su modo de vida asociado a la ganadería y de sus tradiciones. Sólo dos apuntes relacionados con su nombre: vaqueiros, como dice Jovellanos, hace referencia a su industria fundamental, la ganadería y de alzada señala la trashumancia que practican pues “alzan” su residencia para llevar sus ganados en busca de los ricos pastos de altura en verano, regresando al valle en invierno. El Festival Vaqueiro y Vaqueirada es una fiesta que se celebra en el Alto de Aristébano el último domingo de julio y está declarada Fiesta de Interés Turístico. El acto más importante es la boda tradicional vaqueira que recuerda el rito de esta ceremonia ancestral. Algunos enlaces para más información:
           http://es.wikipedia.org/wiki/Vaqueiro_de_alzada
           http://es.wikipedia.org/wiki/Comarca_Vaqueira
           http://www.vaqueiros.es/         de la asociación de Vaqueiros de alzada de Asturias.
           http://www.telecable.es/personales/naraval/Aristebano.html
           http://www.galeon.com/vaqalztin/aficiones1000955.html

Ermita de la Divina Pastora.

No es nuestra intención asistir a ningún enlace matrimonial en el Alto de Aristébano por ningún rito actual o antiguo. Nuestro interés se centra más bien en recorrer una sierra que llamó nuestra atención desde el Pico del Can (o Panondres) al otro lado del río Negro hace unos meses. Nos pareció entonces una sierra de gran porte, abrupta en su ladera occidental, y de hecho lo es, pero su alomada cerviz es fácil de crestear.

Aldea de Escardén y parte de la Sierra del Estoupo que vamos a recorrer de dcha a izda.

Comenzamos la ruta siguiendo la pista asfaltada que lleva a la aldea o braña de Escardén. Al cabo de un kilómetro de suave ascenso, cuando vira de oeste a norte y avistamos el Pico Estoupo con su caseta y antena, la abandonamos por un camino de tierra a la derecha. Enseguida dejamos también dejamos éste, continuando por otro, también a la derecha, que, entre prados, nos lleva hacia un pinar plantado en la base sur de la montaña. El camino la rodea casi completamente por las laderas oeste y norte para ascender por la suroccidental. Pero es mucho rodeo para tan poco ascenso. Por ello, abandonamos el buen camino cuando éste sobrepasa el pinar, para seguir un sendero que se dirige recto hacia la cumbre. Tiene un tramo muy empinado que se puede superar sin dificultad con un corto zigzagueo. Así llegamos a la cumbre (848 m) después de superar unos 300 metros desde el Alto de Aristébano.

En la cima del Estoupo. Al fondo Luarca.

Encontramos un vértice geodésico, una antena en desuso con su caseta abandonada y un buzón de montaña colocado por el GM Estoupo de Luarca. La vista, al norte, se extiende por el concejo de Valdés (Luarca, cabo Busto y el mar) y al oeste por el valle del río Negro (parece ser que el nombre le viene del color de sus aguas cuando a sus orillas existían fraguas que trabajaban con carbón vegetal de encina y roble) que a su vez queda limitado, al otro lado, por la sierra del pico Panondres (El Can). En esa misma dirección se extiende la propia Sierra del Estoupo que, al llegar al cercano Capiella Martín, gira hacia el sur continuando por la de Buseco. Los picos Ablaniego y Mulleiroso están propiamente al sur y nos ocultan esa zona de la cordillera. Ésta queda a la vista entre el Cueto Arbás y los montes de Somiedo (Cornón, Albos, etc). Al sureste la sierra de Peña Manteca y más lejos el Aramo.

Siguiendo el lomo de la montaña, descendemos por el camino de acceso (suroccidental) al que antes aludimos hasta la primera revuelta a la derecha. Aquí lo dejamos y continuamos campo a través, hacia el oeste, sobre el cómodo manto de la vegetación rastrera que amortigua el fuerte descenso. Llegamos al collado de Brañanueva (667 m), donde no encontramos resto alguno de edificación pero sí una senda que nos permitirá crestear casi toda la sierra. Un corto ascenso nos lleva a la cima del pico Couzrago (772 m) sin ningún interés. Tras un corto descenso, encontramos una torre de medición de vientos (al final de la sierra, pasada la peña La Gallega, encontramos otra torre caída, restos inequívocos de los estudios realizados por alguna empresa para un posible aprovechamiento eólico de la sierra).
Llegando a a las peñas de Penaprieta.

Valle del río Negro. Parroquia de La Montaña (Belén) desde Penaprieta.

Vista hacia atrás desde Penaprieta del tramo recorrido en la Sierra del Estoupo desde el Pico Estoupo.

La siguiente y mantenida subida nos lleva a las peñas de Penaprieta (906 m) que cresteamos sin dificultad. Casi sin tregua acometemos la subida al pico Capiella Martín (991 m) el más alto de la sierra. Montaña alomada cuyo único distintivo es un montón de piedras y un pequeño buzón de montaña. Justo al norte, al otro lado del río Negro, vemos la parroquia de La Montaña o de San Salvador del Ríu Negru, cuya cabeza es Belén. Desde lo alto apreciamos su blanca iglesia y su cementerio. Desde la cima mantenemos la dirección para acercarnos a un bacón rocoso que nos ofrece mejores vistas sobre los pueblos y caserías situados en el curso alto del Negro. Emprendemos el descenso virando al sur, hacia el collado La Bobia (869 m), que a su vez nos permite remontar hasta la Peña la Gachega donde paramos a comer.

Cima del Capiella Martín.

Sierra del Estoupo desde La Gachega.

Después de reponer fuerzas, continuamos la ruta manteniendo la dirección sur hacia el evidente collado (816 m) que vemos en esa dirección. Antes, encontramos los restos de una torre metálica a la que ya aludimos y el camino que llevaba hasta ella. Preferimos realizar el corto descenso hasta el collado por un sendero que discurre por la ladera oriental del pequeño espolón rocoso. Este collado permitía la comunicación entre las aldeas y caserías situadas en la cuenta alta del Negro (Masenga, Concernoso) con las más orientales, cercanas a Naraval (Fontes, Conto o Folgueras del Río).

En el collado viramos casi 180º para seguir esta pista que faldea la Sierra del Estoupo por la ladera oriental.

El camino que seguimos vira casi 180º en el collado y faldea la ladera oriental de la Sierra del Estoupo, dirigiéndose a la última de las brañas antes mencionadas. Es ancho y pedregoso, y desciende con suavidad, cruzando primero un gran pedrero, para más adelante ofrecernos buenas vistas sobre los impresionantes barrancos que bajan desde el Capiella Martín por su desnuda ladera. En tres kilómetros, desde el collado, nos encontramos entre las murias de los prados que anuncian la aldea. Casas de piedra vista bien trabajada, aplomadas con rigor, tejados típicos de pizarra, así nos recibe Folgueras del Río (620 m). El Museo Vaqueiro de Asturias tiene aquí una casa antigua reparada como debió ser en el siglo XVIII, pero no encontramos ninguna indicación de su existencia ni a nadie que nos informara. Otra vez será.
Folgueras del Río y pico Estoupo, al fondo.

Cruzamos el pueblo hasta llegar a la carretera asfaltada, que gira a la izquierda. La seguimos, bajando hasta el Reguero La Paredina. De aquí sale un ramal que sube hasta la aldea de Candanéu y podríamos seguir por ella, acortando algo, quizás, el recorrido. Sin embargo, continuamos carretera abajo en paralelo al reguero, por su margen derecho, disfrutando del hermoso bosque de ribera: primer tramo arbolado en toda la jornada (¡lástima de quemas, talas y repoblaciones que han modelado este desnudo paisaje occidental!). Abundan los abedules y más arriba, en los terrenos que no son propios del reguero, los pinos. Nos llama la atención un árbol de porte alto y recto en plena floración que destaca por sus tonos más claro sobre los pinos: hojas de dos tipos (como los de la acacia unas y como las de la mimosa otras), fruto en forma de bayas. Recogemos unas muestras para una posterior consulta. Resultado: acacia negra, planta invasora procedente de Australia y Tasmania, introducida en Asturias por su madera y para ornamentar jardines y parques. ¡Qué decepción!
Folgueras del Río desde cerca de Candanéu.

La carretera da dos revueltas muy seguidas cruzando el arroyo. Estamos en el punto más bajo del recorrido (407 m). Después de cruzar el arroyo, abandonamos la carretera continuando por el camino que sale a la izquierda, ahora en ascenso, por la margen izquierda del reguero en dirección norte, hacia Candanéu. No llegamos a la aldea, porque antes da una revuelta de casi 180 grados para comenzar el rodeo del pico Estoupo. Por el margen del pinar, siempre en suave ascenso, hacia el noreste, el camino deja a la izquierda las empinadas laderas que baja del Escupo, invadidas por los tojos o quemadas, mientras que a la derecha el pinar se precipita sobre el Reguero los Gordos. Llegando a su cabecera, el camino da una amplia revuelta hacia el sureste para rodearla, alcanzando con esta maniobra los prados de Buschongu (670 m), que pertenecen a la braña de Escardén.

Llagando al Alto de Aristébano se abre algo el día y tenemos esta magnífica imagen de los picos nevados: Cueto Rogueiro (centro), la pirámide del Caniellas y a la derecha la Sierra de Degaña.

Un corto llaneo nos deja en la confluencia con el camino de ida, cerrando el circuito, y un poco más adelante desembocamos en la carretera que lleva a Escardén. La corta bajada nos deja de nuevo en el Alto de Aristébano. Aún nos falta la visita a la Ermita de la Divina Pastora situada en un montículo cercano. El panel indicador está caído, pero no tiene pérdida: detrás del bar-restaurante. Una corta subida y llegamos a la pequeña ermita construida a mediados del XX y donde se celebra la “tradicional boda vaqueira”.

Lorenzo Sánchez Velázquez








No hay comentarios:

Publicar un comentario